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Archivo personal Juan de Dios Romero

Ingresa al AGN el archivo personal de Juan de Dios Romero

Clara Rousseau, nieta francesa de Juan de Dios Romero, quien recibió de su madre fallecida este legado, tomó la decisión de regresar este archivo personal de un luchador social de la primera mitad del siglo XX a su patria, donándolo al Archivo General de la Nación. Ella viajó expresamente de París a Bogotá el pasado mes de mayo para entregar las cuatro cajas que lo integran, con documentos comprendidos entre 1919 y 1989, y de inmediato ha comenzado el trabajo de su clasificación, foliado, descripción y copiado digital para ponerlo al servicio de los investigadores en el menor tiempo posible.

El director del AGN, Armando Martínez Garnica, agradeció expresamente a la señora Rousseau por esta donación que enriquece aún más la sección de archivos privados del acervo institucional y promete ponerlo al servicio de los investigadores este mismo año.

Su vida

Hijo de don Manuel de Jesús Romero (apodado “Satanelo” en Caparrapí, donde fue alcalde) y de doña María Guarín, Juan de Dios Romero Guarín declaró a la edad de 70 años que descendía de una familia de radicales que había sufrido en las guerras civiles de 1885, 1895 y 1899. De ideas liberales, siempre había luchado por el triunfo de los principios de libertad, paz y trabajo. Por ello fundó en Bogotá, el 10 de febrero de 1920, el periódico El Socialista, manteniendo su redacción durante quince años. Un año antes había sido el redactor de El Socialismo, que dirigió Carlos O. Bello, órgano del Partido Obrero Socialista Colombiano.

El 7 de agosto de 1919 participó en el primer Congreso Socialista que se organizó en Bogotá y durante toda su vida fue percibido por sus contemporáneos como “jefe obrerista”. No en vano fue el organizador de una decena de sindicatos bogotanos durante la década de 1920, y el 10 de agosto de 1935 de la Confederación de Trabajadores Colombianos.

Es así como el Almanaque Obrero de 1927 incluyó en una caricatura suya los tres elementos de su tránsito al revolucionario bolchevique profesional: la bandera roja con la hoz y el martillo, el lema “Proletarios de todos los países uníos” y el sol de la Komintern que lo iluminaba. Su devoción por V. I. Lenin quedó consignada en varios artículos del periódico que dirigió.

Por su activismo sindical y por haber fundado con Erasmo Valencia el Centro Comunista, filial de la Komintern hasta 1930, fue encarcelado muchas veces y acumuló 22 sumarios judiciales como “luchador profesional”. Se caracterizó a sí mismo como “bogotano por añadidura, con ninguna religión ni con ninguna región de esta colonia norteamericana”, administró la Casa Comunista de Bogotá y organizó las manifestaciones del 1º de mayo en las décadas de 1920 y 1930.

Falleció pobre y olvidado, pero su hija Rima Romero conservó su archivo personal, integrado por fotografías de su actividad sindical y política, cartas enviadas y recibidas, escritos para El Socialista o para promover la organización sindical, expedientes judiciales, corresponsalías para periódicos obreros de otros países, así como recortes de la prensa liberal bogotana. Ella siempre aspiró a que su padre fuese reconocido por algún biógrafo, y algún esfuerzo empeñaron en ello Tila Uribe y Francisco Trujillo, pero un poco más Rubayata, seudónimo de Juan Roca Lemus (1908-1981).

Este archivo estará disponible para consulta en el Archivo General de la Nación.

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