El AGN saluda a los ganadores del Programa Nacional de Estímulos 2022
La oferta de estímulos se extendió este año a dos ganadores adicionales en las modalidades de Archivos Fotográficos y Archivos Sonoros.
Con este reconocimiento, el Archivo General de la Nación apoya la recuperación y preservación del patrimonio documental del país.
Bogotá, septiembre de 2022. - El Archivo General de la Nación Jorge Palacios Preciado saluda y felicita a los ganadores de las becas que otorga la entidad a través del Programa Nacional de Estímulos del Ministerio de Cultura, con las que se busca apoyar iniciativas y proyectos para la recuperación y preservación del patrimonio documental del país.
Para este año, la oferta de estímulos se extendió a dos ganadores adicionales en las modalidades de Archivos Fotográficos y Archivos Sonoros. Todos los ganadores recibirán un estímulo de $20 millones, previo el lleno de los requisitos establecidos en la convocatoria y el Manuel Portafolio 2022, para la financiación y ejecución de los proyectos.
Así, de acuerdo con las resoluciones 1530 del 4 de agosto de 2022 y 2051 del 12 de septiembre de 2022, los proyectos ganadores de la versión 2022 son los siguientes.
* Beca de Gestión de Archivos Fotográficos:
1- Proyecto ‘Fotógrafos de agua’
Becaria: Luz Marina Vargas Castro
La fotografía análoga conocida popularmente como ‘fotografía de agua’, constituyó durante muchos años del siglo XX una práctica muy popular en Colombia y en otras partes del mundo, aunque ya prácticamente no existe, de ahí la importancia de este acervo documental original.
Este archivo está conformado por 555 fotografías realizadas entre 1993 y 1994 en seis ciudades capitales del país: Bogotá, Bucaramanga, Cali, Cartagena, Medellín y Pasto, con el proceso fotográfico conocido popularmente como ‘fotoagüita’, ‘fotografía de minuto’, ‘minutera’ o ‘poncherazo’, cómo se le conoció también en Iberoamérica.
La imagen reflejada en el vidrio dentro de la cámara, el cuarto oscuro dentro de la caja portátil del ‘fotoagüita’, nos hablan de los componentes físicos, químicos y biológicos que componen la fotografía análoga y de su magia. Las fotografías serán expuestas para el público en general y los investigadores con fines educativos y culturales.
2- Proyecto ‘La estética y la modernidad en la fotografía de Julio Sánchez’
Becario: Asociación Educativa y Cultural Hoja al viento
La obra fotográfica de Julio A. Sánchez es un producto del momento que vivía la cultura, el pensamiento y la tecnología de la época, sumado a su historia particular. Julio Sánchez nació en Bogotá en 1899. Su familia, oriunda del municipio de Bojacá (Cundinamarca), debió salir de sus tierras debido a los problemas ocasionados por la Guerra de los Mil Días. Con este proyecto se quiere rescatar este archivo que está compuesto por materiales frágiles.
La colección se conserva actualmente en los muebles originales del maestro Julio Sánchez, corresponde a lo que sobrevive del archivo de su
estudio fotográfico. Con el tiempo se perdieron muchos negativos especialmente de vidrio por su delicadeza.
Estos muebles están en el hogar de los reconocidos artistas y pedagogos Isabel Sánchez (historiadora) Pepe Sánchez (q.e.p.d.) director y actor de TV, y Carlos Sánchez (director de fotografía).
* Beca de Gestión de Archivos Sonoros:
1- Proyecto ‘Digitalización y Catalogación - Cintas Magnetofónicas de Carrete Abierto’
Becario: Instituto Popular de Cultura IPC (Cali)
El proyecto de Digitalización, catalogación, preservación y difusión de cintas magnetofónicas de carrete abierto, que hacen parte del Centro de Documentación del Instituto Popular de Cultura (IPC) de Santiago de Cali, consiste en llevar a cabo acciones que aseguren la preservación de la memoria institucional contenida en este acervo documental de tipo sonoro.
Para ello será necesaria la conservación de los soportes análogos, la información que contienen, la catalogación, facilitar el manejo de la información y permitir su fácil acceso a los diferentes públicos.
2- Proyecto ‘Del papel al sonido y no al olvido’
Becario: Daniel Villalba Ospina
A finales del siglo XIX, como producto de la segunda revolución industrial, surge un invento que marcaría el inicio de la industria musical en la humanidad: la pianola, artefacto que se integra en uno solo con el piano y el rollo perforado que guarda música en su interior.
La pianola se esparció por todo el mundo como primer reproductor musical. Los músicos comienzan a grabar para este formato y miles de rollos con su música inundan lentamente todos los rincones del planeta. Muchas pianolas llegaron a Colombia a través de sus costas y de poblaciones ribereñas del río Magdalena esparciendo la influencia musical de Estados Unidos y Europa.
Los músicos criollos urgen en incluir sus propios repertorios en estos rollos. Emilio Murillo, Luis A. Calvo, Carlos Vieco, Oriol Rangel entre muchos, ayudan a llenar las casas de pasillos, valses, mazurcas, tangos, marchas en un florecimiento compositivo sin precedentes. Hasta García Márquez en Cien años de Soledad relata como el italiano Pietro Crespi lleva por encargo a la casa de Úrsula una pianola que sería estrenada con un baile especial, instrumento que José Arcadio Buendía desarmara para encontrar al pianista invisible.